No sé ni como empezar esta entrada, pero el hombre que nos ocupa se merece que hoy le dedique unas palabras.
Ayer, tras una parada cardiaca en su casa de Los Ángeles, fallecía el artista más admirado y después vapuleado de la historia de la música, Michael Jackson.
Todavía no me hago a la idea de lo que ha pasado, ha sido todo tan repentino... dentro de un mes exacto iba a estar cumpliendo uno de mis sueños viéndole en uno de sus conciertos en Londres, y ahora, de repente, ya no está.
Michael Jackson ha significado muchísimo para mí, desde 2001 su música y todo su ser en general han sido un gran apoyo en momentos difíciles y, gracias a él, he conocido a algunas de las personas que hoy en día son esenciales en mi vida. No puedo hacer otra cosa que agradecer a este gran hombre su existencia y todo lo que ha tenido que sacrificar a lo largo de su vida por ser quién era.
No quiero terminar sin enviar ánimos y abrazos a su familia, sus amigos y a todos los fans y amigos míos que están pasando un momento realmente horrible, algunos de ellos de camino a Los Ángeles ya.
Michael, gracias por todo. Siempre seguirás vivo y tu legado permanecerá imborrable a lo largo de la historia. Desacansa en paz.
Me despido mientras suena HIStory, con un nudo en la garganta...
